Reducción de los niveles de DQO en las aguas residuales de una planta de biocombustibles

La producción de biocarburantes está floreciendo en Europa gracias a la creciente concienciación ambiental y a los incentivos de la UE. Sin embargo, la materia prima suele contener contaminantes que deben tratarse para evitar su liberación al medio natural. DESOTEC suministra soluciones de filtración de carbón activado a muchas plantas europeas de biocombustibles, tratando los contaminantes en varias fases del proceso de producción.

El problema

Esta planta de España transforma en biodiésel residuos alimentarios y basuras locales, como grasas animales y aceites vegetales. Las aguas residuales del proceso de producción contienen sustancias orgánicas procedentes de estas grasas y aceites. 

Antes de verterla al medio ambiente, los niveles de DQO en el agua deben reducirse por debajo de 100 mg/L. El agua se depura en un proceso de dos etapas: un tratamiento físico-químico, seguido de una planta de tratamiento biológico. 

Este proceso se ha diseñado para manejar un caudal de 1 m³/h y una concentración media de DQO en el flujo de aguas residuales de unos 250-300 mg/L. Sin embargo, las concentraciones de DQO no son constantes: pueden alcanzar picos de hasta 600 mg/L, por lo que el proceso de tratamiento es incapaz de reducir los niveles satisfactoriamente. 

Por ello, las autoridades notificaron a la empresa que se enfrentaba a sanciones si no podía cumplir las condiciones de su permiso. La empresa se toma muy en serio sus obligaciones medioambientales y estaba dispuesta a encontrar una solución para mejorar su sistema actual, en lugar de sustituirlo. 

DESOTEC se había puesto en contacto con la empresa varios años antes en relación con otro posible proyecto. A principios de 2020, la empresa se puso en contacto con nosotros para preguntarnos si el carbón activo podría ser eficaz para el tratamiento de sus aguas residuales. 

La solución

Trabajamos en la solución en tres fases. Durante todo el proceso, colaboramos estrechamente con el cliente, que se comprometió a encontrar una solución eficaz. 

La primera fase consistió en analizar muestras de aguas residuales en nuestro laboratorio de Bélgica para ver qué tipo de carbón activo era el más adecuado. 

Para la segunda etapa, suministramos un filtro MOBICON 2000 para verificar los resultados a escala real, comprobando que podía manejar el caudal real y las concentraciones medias y máximas de DQO. El cliente solicitó un segundo filtro MOBICON 2000 para colocarlo en serie y garantizar que los niveles de DQO fueran lo más bajos posible. 

Finalmente, tomamos la decisión con el cliente de sustituir los dos filtros por una unidad MOBICON más grande. Esto proporciona un tratamiento más intenso y requiere un cambio menos frecuente. Es probable que dure un año entero antes de saturarse, y el cambio no causará ninguna interrupción en las operaciones de la planta. 

En total, este proceso de pruebas y diseño duró unas pocas semanas. 

Los resultados

El cliente está muy satisfecho con el servicio de DESOTEC. Respondimos con prontitud, investigamos a fondo y ofrecimos una solución que funcionó. 

Ahora está llevando a cabo una prueba piloto utilizando los filtros DESOTEC más pequeños entre las etapas fisicoquímica y de biofiltración del tratamiento de aguas residuales, para aplanar los picos y mantener las concentraciones de DQO a un nivel estable. 

También está considerando probar un filtro durante el proceso de producción, para eliminar las impurezas de la glicerina. Esta es la cuestión por la que nos pusimos en contacto con la empresa hace varios años. 

DESOTEC siempre ofrece un servicio integral a los clientes, realizando pruebas de laboratorio e industriales para llegar a una solución eficaz. 

Nuestros filtros móviles pueden adaptarse a los sistemas de tratamiento existentes. Por lo tanto, los clientes no necesitan realizar la importante inversión de sustituir las instalaciones, sino que simplemente pueden reforzarlas con unidades DESOTEC. 

Los clientes no manipulan ellos mismos los residuos, ya que el reciclado del carbón usado forma parte de nuestro servicio. Transportamos las unidades de filtro cerradas de forma segura a nuestras instalaciones en Bélgica, donde analizamos muestras para determinar cómo almacenarlas y tratarlas. Todas las moléculas adsorbidas en los filtros se desorben en nuestros hornos de reactivación y, a continuación, se destruyen en una instalación de incineración y neutralización conforme a la legislación nacional y de la UE. Toda la instalación y sus emisiones están sometidas a un control continuo en línea, lo que garantiza que por las chimeneas sólo sale vapor de agua inocuo.